"Todo a mil" son las reflexiones filosóficas de Javier Gomá, filósofo, ensayista y actual director de
la Fundación Juan March, resumidas desde 2010 que se publican en el suplemento cultural "Babelia".
Un libro, editado por Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, que
encierra 33 piezas que Gomá (Bilbao,1965) concibió como un ensayo hecho por entregas, como en el siglo XIX, y en los
que "testa" el concepto de filosofía mundana que tanto defiende el
pensador en sus libros y con el que pretende hacer llegar las
reflexiones más intensas y profundas de forma transparente.
Y un pensamiento que aboga por "salir de las buhardillas y que pase
más a los salones", con el objetivo de proporcionar instrumentos y
herramientas para tratar temas fundamentales en un momento en el que
parece que las brújulas están un poco desorientadas.
"Este es un libro para que la gente reflexione sobre cuál es el
futuro del arte, sobre la verdad, la moralidad, la muerte, el
terrorismo, la inteligencia y su diferencia con la sabiduría, sobre los
beneficios de estar sentado; Europa, el chisme y los rumores, el amor,
el sexo, el mito, la huelga general o por qué es más importante ser
escritor que ser ministro, entre otras cosas", subraya el autor.
Reflexiones, todas ellas, aderezadas con el sentido del humor y la
pasión literaria que caracteriza a este pensador, que quiere que "Todo a
mil" vaya dirigido a los estudiantes de bachillerato o a los
universitarios de primero o segundo de carrera.
En un libro anterior, "Filosofía mundana", Goma, doctor en Filosofía,
abogado y premio Nacional de Ensayo por "Imitación y experiencia",
proponía lo que llama el "test de la mundanidad o el del café", que
venía a decir que, si un científico, un artista, un novelista o un
ensayista que había cultivado una idea no era capaz de trasmitirla o
explicarla con emoción en una sobremesa o en un café a un grupo de
amigos, es que es no es interesante o, en último término, verdadero. Y recuerda que Ortega y Gasset pidió al filósofo la cortesía de la
claridad. "Si no sabes decirlo con conceptos luminosos, es que no lo
sabes". De ahí que este nuevo libro del pensador siga siendo un exponente de
la filosofía "mundana", que busca "introducir blanda y suavemente al
lector culto y sensible, pero no especializado, en la almendra de la
reflexión filosófica, sus materias y sus usos", sirviéndose para ello de
un estilo más literario que técnico.
En "Todo a mil", Gomá ordena sus microensayos de forma cronológica
rotando las estaciones del año en que vieron la luz los ensayos.
"Primavera, verano, otoño e invierno, la flor, el sol, una hoja seca,
la nieve, y otra vez la flor, la primavera, y con ella la repetición,
pero nada es igual, porque quien ha mutado ha sido el hombre. Los temas
son permanentes, pero hay un rotar constante que cambia la totalidad del
siglo XXI", sostiene el autor de "Ejemplaridad pública". "Las estaciones rotan en la rueda de la naturaleza -escribe-, los hombres avanzan en el camino de la vida".
En estos microensayos el autor reflexiona sobre los excesos y la
mesura en una pieza denominada "Lo quiero todo". También sobre la
locución "ganarse la vida", que indica que la vida no es un regalo, o
sobre la molesta tendencia a la sinceridad excesiva y el sentido de la
responsabilidad en un ensayo irónico con el título de "Yo no he sido".
"Todo a mil" se cierra con el "manifiesto ingenuista mundano", donde
Gomá hace un elogio de la cultura, que define como "una dama preñada y
con fuertes dolores de parto", ya que, en su opinión, se está gestando
un cambio en los fundamentos de nuestra civilización, de unas
dimensiones tales que habría que remontarse a la glaciación para
observar algo parecido".
Para ello, Gomá reivindica una vez más "pasar de la buhardilla al
salón". "La cultura ha de conspirar positivamente en este proceso
abandonando su tradicional misantropía y haciéndose apresuradamente
mundana", concluye.
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