La primera parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha cumple hoy 410 años, publicada a comienzos de1605, es una de las obras más destacadas de nuestra literatura y también, y por desgracia, una de las cada vez más olvidadas. Es por ello que nuestro caballero, representante y defensor de la justicia, el amor, la bondad, el idealismo y la libertad, merece un reconocimiento especial.
En esta primera parte encontramos 52 capítulos llenos de sátira, humor, tristeza y desengaño, en la que un hidalgo pobre que lee libros de caballerías se cree un caballero medieval y decide ir en busca de aventuras por nuestras queridas tierras de Castilla La Mancha siguiendo los pasos de lo que ve en los libros de caballerías. De esta manera se cambiará el nombre -Alonso Quijano- por Don Quijote de la Mancha, bautizando a su caballo como Rocinante y enamorándose de una tabernera –Aldonza Lorenzo- a la que llamará Dulcinea. Nuestro caballero vivirá todo tipo de aventuras, tanto trágicas como cómicas, en su sumo idealismo intentando ayudar a los más desfavorecidos. No olvidemos el segundo personaje más importante, al que elige como su escudero -Sancho Panza- quien le acompañará en sus delirios pero acercándole de vez en cuando a la triste realidad.
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha es un libro lleno de humor, de idealismo, que burla y rompe con las novelas clásicas de caballerías, una obra trascendental y única traducida a casi un centenar de lenguas, ha sido seleccionada como la mejor obra literaria de la historia.
Desgraciadamente y como dije al principio del artículo, nuestro Don Quijote está pasando al olvido, es por eso que no podía terminar sin hacer una mención especial a Pérez Reverte, que en su afán de recuperar la más importante literatura para acercarla a los escolares, la ha adaptado para hacerla más fácil y atractiva para ellos. Porque a pesar de lo que se piense, Don Quijote no envejece, porque nos vuelve a enseñar y a recordar muchos valores: el valor de la amistad, por lo que representa Sancho. El valor del heroísmo, de la valentía, de la superación personal y del amor, lejos de apariencias físicas y superficiales. El valor del idealismo, de intentar hacer el bien, de actuar al margen de las opiniones de los demás cuando crees que haces lo justo, de la inocencia que viene de la mano con la verdadera bondad que a muchos nos falta en demasiadas ocasiones.
Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobre todo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia donde quiera que estén.
Publicado en el periodico Sierra Norte Digital. Pincha aquí para ver el enlace
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