El escritor Andrés Barba empezó a escribir "Ha dejado de llover" con la idea de hacer el retrato global de una ciudad a través de sus barrios, pero la novela se fue modificando y ahora cree que en las historias que cuenta lo que más aparece es la comprensión como una forma de anular los problemas.
Incluye cuatro historias donde asoman cuestiones siempre presentes en sus títulos, como la incapacidad de comunicar los propios sentimientos, la irrupción súbita del amor, el miedo a la felicidad, la muerte y también lo que significa la paternidad.
A su juicio, aunque la verdadera protagonista del libro es una ciudad muy parecida al Madrid en el que ha vivido la mayor parte de su vida, las historias se estructuran a partir de cuatro variaciones de un mismo tema: "Alguien súbitamente comprende la vida de una persona y eso supone el final de un problema".
Con "Dublineses" como referencia obvia, Barba construye cuatro relatos en los que trata tanto sobre la paternidad "desastrosa" de algunas personas, que empiezan a entender lo que ello supone "diez años después de haber sido padres", como sobre la infidelidad que descubre una hija adolescente en su padre.
El último de los relatos, "Compras", que dice que es su favorito, es la descripción de un largo día de compras en el que "una hija se reconcilia con una madre excéntrica, disparatada y perversa".
El autor -que reside actualmente en Buenos Aires (Argentina), a donde partió por amor- Barba está trabajando en una nueva novela y conociendo la literatura argentina contemporánea, que ha calificado de "estimulante".
Nacido en 1975, se dio a conocer con apenas 26 años con "La hermana de Katia", llevada a la gran pantalla, y también es autor de media docena de novelas como "Versiones de Teresa", premio Torrente Ballester; "Agosto, octubre" y "Muerte de un caballo", premio Juan March.
Con su amigo Javier Montes recibió el premio Anagrama de ensayo por "La ceremonia del porno".
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