Maruja Torres se consolida en el género policíaco con 'Sin
Entrañas, un nuevo caso para Diana Dial, su alter ego, con el
Nilo de telón de fondo.
Un ritual faraónico, un asesinato, un crucero de lujo en una nave
llena de sospechosos y de envidias, y el magnífico Nilo como decorado
son algunos de los ingredientes de esta novela de la escritora y
periodista con su segunda apuesta por el género policíaco, tras el éxito
cosechado con su debut literario en la novela negra ('Fácil de matar',
2011).
Según la autora, 'Sin entrañas' es "una novela de trama
neocolonial en la que se mezclan varios ingredientes, empezando por un
claro homenaje a la gran novela de Agatha Christie 'Muerte en el Nilo',
con muchos elementos paródicos y en clave de humor, sin que por ello
dejen de mostrarse verdades como puños y misterios como pirámides".
La génesis de esta novela se encuentra en un viaje en el otoño de
2009 que realizó Maruja Torres, exactamente en los mismos días en que se
desarrolla la acción. "El barco era un antiguo vapor restaurado, el S.
S. Sudan, a bordo del cual se rodó la película para televisión Muerte en
el Nilo, protagonizada por David Suchet. Llevaba conmigo el libro de
los cuadernos de la Christie y me hallaba imbuida de su espíritu.
Supongo que me dejé llevar, imaginando historias acerca de los
personajes que compartían crucero conmigo", apunta.
Uno de los retos de Maruja Torres era abordar un extenso número de
sospechosos, concretamente quince. "Después de haber escrito 'Fácil de
matar', novela en la que me nutría básicamente de mis experiencias en
Líbano, me apetecía mucho lanzarme a una fantasía, crear un mundo con
elementos que pueden parecer disparatados, pero que, si se utilizan con
traza, adquieren verosimilitud", explica.
HOMENAJE A LOS EGIPCIOS MAS HUMILDES
La parte real de esta novela se encuentra en los ambientes y la
atmósfera así como en los secundarios. "Hay una permanente referencia,
mi homenaje y mi cariño especial, a la clase media-baja egipcia, tan
maltratada y tan merecedora de un país mejor". Asimismo, Maruja Torres
desvela que, entre los personajes, se encuentran el Director de
Antigüedades, un corrupto al servicio de sus propios intereses y los de
Mubarak, al que acompaña su última amante, un cantante octogenario,
gloria de la canción y del cine egipcios, su última y joven esposa, y su
hijo, de la edad de su madrastra.
La autora confiesa que meterse en una novela de intriga "es lo
mismo que ponerse a investigar un crimen". "Tienes una idea, una imagen,
sabes que debes partir de ahí, intuyes cómo debe terminar, más o menos,
pero, por el camino, todo está por hacer", explica.
Preguntada por su próxima aventura, Maruja Torres tiene claro el
lugar. Será Roma y estará relacionada con un piso de lujo propiedad de
la Iglesia y un joven cadáver desnudo.
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