"Faltaba para que la señora de Renal se sintiera completamente segura,
conocer qué ideas habían podido sugerir al hombre de quien dependía su
suerte. Porque, en provincias, los maridos son los dueños de la opinión.
Un marido que se queja de haber sido engañado se cubre de ridículo,
pero su mujer, si él no le da dinero, tendrá que trabajar de obrera a
quince sueldos al día y eso, si tiene suerte, ya que las personas
"decentes" sentirán escrúpulos y no querrían darle trabajo.
Una odalisca, en el harén, tiene que amar al sultán a la fuerza; es
todopoderoso y ella no puede quitarle su autoridad mediante toda una
serie de pequeñas finezas. La venganza del amo es terrible, sangrienta,
pero también militar y generosa: una puñalada acaba con todo."Nuestro protagonista vive atormentado por tener que acostumbrarse a vivir rodeado de personas corrompidas por el poder y la riqueza, en concreto con el señor De Renal. Pronto ocurrirá, que una joven que trabaja en la casa de la familia y que está enamorada de Julien, al verse rechazada por él, corre el rumor de que la señora De Renal tiene un amante. El Alcalde, enfurecido, y al sentirse humillado por este hecho, se plantea la idea de matar a su mujer y a su amante. "El código penal está a mi favor, y suceda lo que suceda, nuestra congregación y mis amigos del jurado me salvarán. Examinó su cuchillo de caza, que era muy cortante, pero la idea de la sangre le dio miedo." Pero cuando piensa en el escándalo que eso causaría para su nombre, y el hecho de que su mujer va a recibir una gran herencia de su tía, la idea de matarlos se desvanece por completo.
La Señora de Renal logra despistar la atención de su marido finjiendo que el causante de la carta ha sido el señor Valenod. Y le convence para que deje marchar a Julien Sorel de la casa y pueda entrar en el seminario mayor de Besançon, bajo el asesoramiento del padre Chélan.
La última noche antes de partir, la señora De Renal se muestra distante y fría, lo que provoca el enfado de Julien y su posterior intento de olvidarla.
En el seminario,Julien se gana la confianza del abate Pirard, quien se da cuenta de su capacidad y su ambición, y lo protege de sus compañeros por quienes es despreciado, convirtiéndolo en su mano derecha y ofreciéndole la oportunidad de ser el secretario del marqués de La Mole en París.
Allí seguirá ganándose el respeto y la admiración de muchos, a la vez que se enamora de la hija del marqués de La Mole, Mathilde, a la que compara con la señora De Renal puesto que la añora y intenta suplirla. Ésta, también se encapricha de Julien, ya que ve en él algo nuevo: talento, orgullo e ingenio, rechazando y despreciando a todos sus pretendientes.
Mathile y Sorel establecen un romance y Mathilde se queda embarazada, comunicándolo a su padre en una carta. En esa carta expresa su deseo de casarse con Sorel y de vivir con él allá donde se encuentre.
El marqués, al leer la carta, se enfurece y hace llamar a Julien para hablar con él. Aún así, decide otorgarle el cargo de teniente de húsares en Estrasburgo por amor a su hija, convirtiéndose así en el caballero Julien de Vernaye. Pero la señora De Renal, aconsejada por el sacerdote, decide mandar una carta al marqués diciéndole que Julien Sorel conquista a las mujeres ricas y poderosas por su poder y ambición "cubierto por una apariencia de desinterés y con unas frases galantes, su gran y único objeto es llegar a disponer del dueño de la casa y de su fortuna. Deja tras de sí la desgracia y lamentaciones eternas..."
Esto provoca el rechazo del matrimonio por parte del marqués y el enfurecimiento tal de Julien, que se arma de una pistola y marcha a Verrières en busca de la señora De Renal , que en ese momento se encuentra rezando en una iglesia. Le dispara por detrás y Julien termina preso, lamentandose por haber disparado a la mujer que de verdad amaba.
Es cuando está en la cárcel que de verdad se da cuenta de que la única mujer que ha amado es la señora De Renal, y que a Mathilde sólo la amó por ambición. Cuando Mathilde va a verlo, él la desprecia cada vez más. Le gusta estar a solas y soñar con los días al lado de Luisa De Renal.
Por fortuna, Luisa no muere, de los disparos sólo uno le da en un hombro. Y en cuanto se recompone, decide ir a visitar a Julien, puesto que ella también le ama todavía.
En su encuentro en la cárcel se confiesan su amor mútuo. Mientras Mathilde,a pesar de los celos que esto le provoca, intenta comprar los favores del Vicario General de Besançon para que absuelva a Julien.
Al fin llega el día del juicio, con tan mala suerte que el señor Valenod forma parte del jurado y Julien es condenado a muerte a la guillotina, a pesar de los apoyos de la opinión pública y del intento de soborno de Mathilde.
Sorel pide a Luisa que se encargue de su hijo que está por nacer, pero tres días después de morir Julien, ésta muere abrazando a sus hijos.
El cadáver de Julien es comprado por su amigo Fouqué y enterrado en Verrières.
Rojo y negro es una dura crítica a la sociedad clasista del momento, del poder que posee la gente adinerada y su ambición, pero también de la ambición de los más pobres por conseguir salir de la miseria a pesar de su orgullo y la humildad de su rango.