viernes, 1 de mayo de 2015

"Primavera triste y otros relatos" Vicente Blasco Ibañez

Vicente Blasco Ibáñez nació en Valencia el 29 de enero de 1867, escritor, periodista y político español dedicó su vida a denunciar las injusticias y a contribuir al progreso del pueblo. Republicano y antimonárquico hasta la médula, fue detenido y encarcelado en más de 30 ocasiones por sus actividades políticas. En 1909 se marcha a Buenos Aires, donde se dedicará en exclusiva a la literatura. Siempre que estaba fuera de España la nostalgia de su tierra le hacía abocarse a una incesante labor literaria. De España no nos separa sino el Atlántico —dice— y los mares no son nada ni son de nadie. Una vez allí realiza un viaje a la Patagonia, donde se dedica a comprar tierras con la intención de ponerlas en cultivo trayendo de Valencia labradores que las arrendaran durante diez años y después pudieran comprarlas con los beneficios que obtuvieran, pero como toda quimera fracasó y Blasco regresó a España casi completamente arruinado. Aún así, hoy en día, Corrientes y Nueva Valencia son el granero arrocero de la Argentina gracias a los procedimientos de regadío que estableció nuestro querido autor y a la labor de aquellos trabajadores valencianos.

Como muchos, Blasco marchó a París en busca del éxito. París era en aquella época

la capital cultural del mundo, y abrumado por la falta de dinero se dio a la escritura fácil y se dedicó a escribir Best Sellers. De ahí nacerá la novela Los cuatro jinetes del Apocalipsis, que en Estados Unidos obtuvo un enorme éxito con más de doscientos mil ejemplares vendidos en sólo un año.

Blasco Ibañez escribió desde crónicas a novelas, relatos cortos predominando las cuestiones sociales y políticas y acercándose al naturalismo de Balzac y Zola, con tintes costumbristas y regionalistas. Este libro de relatos es una pequeña muestra de ello. Historias de pescadores, agricultores, presos y horneros tienen un denominador común: la pobreza, la opresión del régimen y la triste historia de sus vidas. Blasco Ibañez describe a la perfección esas vidas, con sus costumbres de entonces, muchas de las cuales hoy nos parecen incluso ridículas. Su expreso realismo, el fracaso de los desfavorecidos a los que él reivindicaba no deja de sorprender y entristecer al lector.


Blasco Ibañez muere en su residencia Fontana Rosa en Menton, (Francia), el 28 de enero de 1928, un día antes de cumplir 61 años, cuando estaba empezando una nueva novela que iba a ser el relato de su vida y que llevaría por título La juventud del mundo. Por entonces ya había dejado al mundo un hermoso legado.

1 comentario:

  1. Es un libro triste que retrata a la perfección el dolor y la miseria todos los relatos muy grises pero escritos con una magia que te transportan en el tiempo.

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