domingo, 11 de marzo de 2012

"El confidente", una "novela negra romántica"

La escritora francesa Hélène Gremillon ha irrumpido en las letras galas con fuerza con su primera novela, "El confidente", un superventas que sobre el paisaje histórico de la Francia ocupada de la Segunda Guerra Mundial construye "una novela negra romántica".

Jugando con dos planos temporales, "El confidente" (Grijalbo) parte de una editora, Camille, quien en el París de 1975 acaba de descubrir que está embarazada y poco después de comunicárselo a su madre, esta fallece en un accidente de tráfico.

Entre las cartas de pésame que recibe, una, anónima y sin remitente, llama poderosamente su atención: parece un fragmento del diario de alguien llamado Louis, la primera de una serie de cartas que va recibiendo que le cuentan la apasionante historia de dos mujeres ocurrida cuarenta años atrás.

Hasta escribir esta primera novela, Gremillon trabajó en la prestigiosa editorial Gallimard y en la empresa de comunicación Publicis, pero siempre se había sentido atraída por la escritura. Buscó empleos que le dieran más seguridad, pero en uno de sus cumpleaños se dio un ultimátum. Quiso escribir sobre un conflicto entre dos mujeres y a partir de esas premisas, la joven autora se puso a escribir una historia de amor desde diversos puntos de vista y que la información fuera compartida por todas esas personas y al final fuera conocida toda la verdad.

Lo primero que escribió fue una carta y eso determinó el estilo narrativo epistolar de "El confidente".
Camille fue el personaje más fácil de escribir por Gremillon, ya que según ella "habla como lo hago yo", en cambio los otros personajes requirieron un esfuerzo estilístico suplementario: "Annie habla con frases cortas y palabras simples; la señora M, con palabras más complicadas, frases con relativos, grandes ideas, muchas elucubraciones".

El éxito que ha tenido la novela en Francia -recibió varios premios y ha sido finalista del Premio de los Libreros en Francia- representa "todo" para la autora, porque se lo había jugado todo a una carta. "Si la novela no hubiera funcionado, habría tenido una sensación de fracaso muy grande", confiesa.
Sin embargo, ya está percibiendo que, como le comentó un conocido autor francés no hace mucho, "la segunda será más difícil, y es algo inexplicable".

Su próximo libro, espera que sea una "novela negra de amor", "muy diferente de la primera, que estará ambientada en la dictadura argentina".

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